Patentan expertos de la UNAM un horno solar
Investigadores del Instituto de Energías Renovables (IER) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) patentaron un horno solar que se distingue de los comunes por su diseño opto-geométrico, con lo que puede funcionar adecuadamente en cualquier latitud y sin realizar cambios frecuentes a sus reflectores.
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Por lo general, las estufas y hornos solares utilizan espejos que redireccionan la radiación hacia el interior de la caja. Empero, debido al movimiento aparente del sol durante el día, requieren ajustes constantes en su orientación, lo cual desalienta su uso en la mayoría de las ocasiones, informó la UNAM a través de un comunicado.
La aportación de los expertos del IER consiste en crear un modelo con geometría optimizada. Su apariencia es poco convencional comparada con la mayoría de los hornos solares, porque sus ángulos no son totalmente rectos.
Un diseño diferente
El horno cuenta con una caja doble: una interior, con un sistema de aislamiento, donde se cocinan los alimentos, y una en la parte externa o carcasa. También está equipado con un espejo transparente con una ligera inclinación para captar mejor la radiación.
Al aumentar el almacenamiento de energía, también se incrementa la temperatura.
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Gracias a su forma, sólo se requieren tres ajustes de posición y cuatro movimientos a lo largo del año, para garantizar su funcionamiento, incluso, en días con insolación mediana.
“La caja funciona de las nueve de la mañana a las dos de la tarde, tiempo suficiente para lograr la cocción. Uno sale temprano y deja las ollas exprés; cuando regresa, a la hora de la comida, encontrará el alimento totalmente cocido”, comentó Óscar Alfredo Jaramillo Salgado, uno de los creadores, citado por el comunicado.
Foto: Cortesía de la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM
Abaratar costos
“Diseños hay muchos, por eso la idea de éste, cuya patente ya fue otorgada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), es contar con un dispositivo que sea versátil, que se maneje de forma sencilla y segura”, explicó Jaramillo Salgado.
El horno -de 60 por 80 centímetros, con una profundidad de 50 centímetros- fue fabricado en acero inoxidable, no obstante constituye un insumo costoso. “En la siguiente etapa se pretende buscar materiales que sean más baratos como el aluminio”, comentó el experto.
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Este desarrollo, que también puede utilizarse para la esterilización de material quirúrgico de uso veterinario, deberá tener un precio competitivo, entre 700 y 800 pesos.
