Industria de EU sigue trayectoria de zigzag
El sector manufacturero de Estados Unidos (EU) no ha sido el motor de crecimiento de la industria mexicana en la primera mitad del año, coinciden especialistas consultados.
“El sector local está lejos de crecer consistentemente y se comporta de manera zigzagueante”, dice Pedro Tello, director de la consultora Robleda, Tello y Asociados.
“En los últimos meses se presentó una disminución importante en dólares. Hemos exportado 30% menos que hace un año”, explica Mario Hernández, socio consultor del capítulo de industria manufactura y maquiladora de KPMG México.
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Como consecuencia, se han visto caídas y repuntes temporales en los pedidos de las empresas exportadoras del país, lo que se manifiesta en el descenso de las ventas de productos no petroleros que afecta al mercado interno, explica Tello.
La caída de las ventas manufactureras de México a Estados Unidos ha sido de alrededor de 6% en lo que va de 2016, lo que resulta delicado, pues 80% de la producción mexicana se vende en el país vecino, dice Mariana Ramírez, analista del Grupo Financiero Banco Ve por Más.
“Seguimos teniendo una dependencia mayúscula con la economía estadounidense”, comenta Mario Hernández.
Químicos y electrónicos, en descenso
Otros síntomas de desaceleración en el intercambio comercial de México con Estados Unidos se ubican en la rama de equipo de transporte, que tuvo una marcada desaceleración, con repercusiones en la industria mexicana, refiere Mariana Ramírez.
En el primer semestre de 2016 el sector manufacturero de Estados Unidos creció 0.5%, cuando en igual lapso de 2015 avanzó 1.6%.
Las dos ramas manufactureras más importantes para Estados Unidos -químicos y equipo de computación y electrónica- presentaron un menor ritmo de crecimiento de enero a junio respecto al mismo lapso de 2015.
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La rama de químicos creció 1.01% en el primer semestre de 2016, contra 3.3% en igual periodo de 2015; mientras que el de computación y electrónicos aumentó 2.48% frente a 3.82% reportado de enero a junio del año pasado.
“Sin embargo, la contraparte mexicana está rezagada, junto con el sector electrodoméstico”, observa Mario Hernández.
El segmento de alimentos es otra de las actividades relevantes de la industria manufacturera, la cual avanzó 1.23% en los primeros seis meses de este año, lo que se compara favorablemente con el primer semestre de 2015 cuando repuntó 0.41%.
Dólar caro y menor consumo
La debilidad del sector manufacturero de Estados Unidos, que explica el bajo desempeño de la actividad industrial mexicana, se deriva básicamente de dos factores: la volatilidad de las divisas internacionales y la desaceleración económica de sus principales socios comerciales que, fuera de México, son Canadá, China y Japón, comentó Mariana Ramírez.
Después de cinco meses consecutivos de crecimiento, el índice manufacturero de Estados Unidos, elaborado por el Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM por sus siglas en inglés), alcanzó en julio un valor de 52.6, esto es 0.6 puntos menos que en junio.
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Una lectura por encima de 50 indica expansión, mientras que una lectura inferior a dicha cifra implica contracción.
De los datos de julio se desprende que 11 subsectores reportaron crecimiento en su actividad productiva, encabezados por las fábricas textiles, la impresión y las actividades relacionadas, así como la manufactura miscelánea.
Mientras que los subsectores que se contrajeron fueron principalmente los relacionados con los productos de vestir, piel y aleaciones, equipo eléctrico, los electrodomésticos y sus componentes; además de los los productos de plástico y de hule.
Caen las exportaciones
En junio de 2016, las exportaciones de la industria manufacturera mexicana disminuyeron 3.4% a tasa anual, afectadas por la baja demanda externa, en particular, por el mal desempeño de la actividad industrial en Estados Unidos.
Las ventas de autos, uno de los principales productos que se comercializan en el exterior, cayeron 6.7% anual y acumulan cuatro retrocesos consecutivos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Este comportamiento deja ver que “los consumidores en Estados Unidos han postergado la renovación de sus vehículos de tres a seis años y esto sí ha impactado al sector mexicano”, explica Hernández.
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