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Michigan ¿víctima económica del TLCAN?

Obreros culpan al tratado de la desaceleración en su industria.
lun 20 febrero 2017 12:35 PM
Culpan al TLCAN
Culpan al TLCAN - (Foto: Reuters)

Sal Moceri se agita visiblemente al mencionar la palabra “TLCAN”. Piensa que el acuerdo comercial mató al sueño americano.

“El TLCAN fue uno de los peores contratos jamás negociados para el trabajador estadounidense”, dijo a CNNMoney el empleado de Ford, de 61 años de edad.

Moceri tiene uno de los codiciados empleos que el presidente estadounidense Donald Trump quiere multiplicar en Estados Unidos. Gana alrededor de 30 dólares por hora reparando herramientas en una planta de Ford en Detroit. El trabajo le ha permitido enviar a cuatro hijos a la universidad.

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Lee: Para junio, la revisión del TLCAN.

Se llama a sí mismo un “demócrata de toda la vida”. Es decir, hasta 2016, cuando votó por Donald Trump, en gran parte debido a la promesa de Trump de rehacer el TLCAN.

Michigan ha perdido cerca de 300,000 empleos de manufactura desde el año 2000. Moceri mantuvo su empleo, pero dice que tiene muchos amigos que no.

Muchos economistas dicen que no hay manera de que esos trabajos vuelvan. El problema, argumentan, es que las máquinas se hicieron cargo de ellos. Un estudio de la Ball State University dice que 87% de los trabajos de fabricación en Estados Unidos se han perdido ante robots. Solo 13% ha desaparecido debido al comercio.

Lee: Autos hechos en México buscan nuevos destinos.

Pero los trabajadores en Michigan piensan que los expertos lo entienden mal. No culpan a los robots en absoluto. De hecho, les encantan las máquinas.

“La automatización es genial, quiero que se supere, quiero más computadoras, quiero más robots”, dice Moceri.

Frank Pitcher, un compañero laboral de Ford y sindicalista de la UAW, concuerda. Él cree firmemente que los robots han cuidado las espaldas a los trabajadores y han hecho que los empleados de Ford se vuelvan más expertos.

Leer: Ford quiere hacer las paces con México

Los robots han “reemplazado muchos trabajos que de hecho lesionaban a la gente”, dice Pitcher, quien está a punto de cumplir 50 años y contento de que su cuerpo no esté destrozado. “No temo a la tecnología o la automatización. Le doy la bienvenida”.

CNNMoney pasó una semana en la región metropolitana de Detroit hablando con trabajadores y extrabajadores de manufactura. Casi todos dijeron lo mismo: no son los robots los que tomaron los trabajos estadounidenses, fue el TLCAN.

“He tenido que despedir a la mayoría de mis empleadores”

Una bandera gigante de Estados Unidos cuelga en la pared del pequeño taller de manufactura de Matt Seely en Detroit. A finales de los noventa y principios de los años 2000, su empresa, Quality Bending and Threading, estaba en plena actividad. Empleaba a 17 trabajadores. El teléfono sonaba todo el tiempo con órdenes de las grandes compañías automotrices y de contratistas de defensa en busca de piezas especializadas de acero.

Leer:  Exportaciones de Ford de México a EU caen 33.7%

Hoy emplea a solo cinco personas. Él culpa al TLCAN por el declive.

“Hubo un punto en el tiempo antes de que entrara el TLCAN donde había un taller de maquinaria como este literalmente en cada esquina en el área metropolitana de Detroit”, dice Seely. Ahora piensa que la gente no quiere pagar por artículos hechos en Estados Unidos cuando pueden conseguirlo más barato desde México.

El TLCAN fue el acuerdo comercial que el presidente Bill Clinton firmó con México y Canadá, que entró en vigor en enero de 1994. Permite que muchos bienes sean importados a Estados Unidos desde esos países sin pagar impuestos.

“No estamos comerciando equitativamente, y ese es el verdadero problema”, dice Seely. Él cree que no es justo que Estados Unidos haya tenido un déficit comercial de 63,000 millones de dólares con México el año pasado, lo que significa que Estados Unidos compró más de México que lo que vendió a México.

Lee: México no aceptará imposiciones de Trump.

Seely dice que nunca fue un tipo muy interesado en la política, hasta que Trump llegó a hacer campaña. Él y su esposa se ofrecieron como voluntarios para Trump y terminaron dirigiendo una oficina de campaña. El hijo de Trump, Eric, visitó la fábrica de Seely. 

Trump ha aprovechado claramente este fervor antiTLCAN. Hizo campaña con fuerza en Michigan, y realizó cuatro mítines allí en la semana final previa a las elecciones. Prometió que "Detroit —la Ciudad Motor— resurgirá rugiendo”. Acabó por ganar Michigan por 10,704 votos. 

Trump llama al TLCAN una “catástrofe”

Desde que asumió el cargo, Trump ha llamado al TLCAN una “catástrofe” y prometió comenzar a renegociarlo esta primavera. Es exactamente lo que Ken Sultes, otro trabajador de Ford y miembro del sindicato, quiere escuchar.

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