Producción de petrolíferos cayó 12.3% en 2016
La producción de petrolíferos de Petróleos Mexicanos (Pemex) Refinación, en su mayoría gasolinas, cayó a niveles no vistos desde 1993, lo que disparó la importación de combustibles desde Estados Unidos en cantidades nunca registradas.
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En 2016, Pemex produjo 977,177 barriles diarios en promedio de productos derivados del petróleo, una caída de 12.3% frente al año anterior, y el menor nivel desde 1992, según cálculos propios, a partir de cifras históricas de la base de datos de Pemex.
Las seis refinerías con que cuenta Pemex tienen una capacidad para producir 1.64 millones de barriles al día y en 2016 la petrolera trabajó a 59% de su capacidad total. Pemex mantiene de hecho el monopolio de la refinación nacional de petrolíferos.
La caída en el sistema de refinación de Pemex viene desde 2014, pero el año pasado el ritmo se aceleró, a tal grado que para diciembre de 2016, la producción de petrolíferos se derrumbó 30.4% comparado con el mismo mes pero de un año antes, al promediar 798,000 barriles diarios.
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El derrumbe en la elaboración de productos obedeció a la caída en la producción de gasolinas y diésel, que cayó 14.7% y 21.3%, respectivamente en 2016 frente al año previo.
61% de gasolinas son importadas
Pemex realizó recortes a su presupuesto desde inicios del 2016, que afectaron la exploración de hidrocarburos, y luego la parte de Refinación.
Estas caídas tuvieron que compensarse a través de la importación de combustibles para satisfacer el mercado nacional.
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Las importaciones de gasolina, la mayoría provenientes de la zona de la costa este del Golfo de México en Estados Unidos, aumentaron 18.3% anual en 2016, al llegar a los 504,703 barriles promedio diario.
Lo anterior supone casi 110,000 barriles más que al inicio de la actual administración y 400,000 más que a principio de este siglo.
La importación representó 61% de las gasolinas que se consumieron en el país, proporción que en 2015 estaba en 53% y en el 2000 apenas llegaba a 17%.
Si bien Pemex se benefició de los precios bajos de las gasolinas importadas desde Estados Unidos, derivado de la caída internacional del precio del barril de petróleo, la recuperación de este insumo también ocasionó un alza en el costo de los combustibles que la petrolera ni el Gobierno pudieron trasladar al consumidor mexicano.
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Consecuentemente, esta situación desembocó en un incremento de 15% a 20% en el precio de las gasolinas y diésel al iniciar 2017.
Al laza en los precios del petróleo, también se añadió un alza derivada del debilitamiento del peso frente al dólar, lo que encareció la importación de gasolina.
