Todo un reto logístico: arrastrarán un iceberg a Dubai

Debido a que los recursos hídricos de los Emiratos Árabes Unidos se agotarán en menos de 15 años y ante los insuficientes procesos de desalinización para la obtención de agua potable, se pretende arrastrar un iceberg desde la Antártida y colocarlo en las costas de Dubai.

“Emirates Iceberg Project” es el nombre de esta idea que pretende ofrecer una solución temporal a la escasez de agua y que arrancará en el primer trimestre del 2019.

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En entrevista vía correo electrónico, Abdulla Alshehi, director General de National Advisor Bureau Limited, organismo que encabeza “Emirates Iceberg Project”, comentó que el proceso comenzará mediante la selección del bloque de hielo a través de imágenes satelitales.

La idea es elegir un enorme bloque plano con pocos montículos, para su mejor aprovechamiento.

“Una vez que el iceberg alcance la orilla de Fujairah, estimamos que tomará entre 60 a 90 días para que se derrita completamente. Si la primera operación fuese exitosa, podemos considerar traer otro iceberg sobre el futuro”, afirmó el experto.

¿En qué consiste el proyecto?

Mediante el uso de imágenes satelitales de la Antártida se seleccionará un iceberg con pocos montículos, mismo que será remolcado durante un año a través de 9,200 kilómetros por el Océano Índico hasta las costas de Fujairah, en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.

Sin embargo, se estima la pérdida de 30% de su masa durante la travesía.

Una vez que llegue a su destino, el bloque de hielo entrará en un proceso de derretimiento, lo que permitirá que el agua sea extraída y almacenada. Se calcula que un iceberg puede suministrar hasta 25,000 millones de galones de agua, es decir 92,500 millones de litros, equivalente a cubrir las necesidades de consumo de un millón de personas durante cinco años.

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Asimismo, al estar ubicado frente a la costa, el frío del iceberg contrastará con el calor de la zona, lo que provocará vapor y la generación y atracción de nubes, lo que a su vez generará posiblemente lluvias en la región.

El recurso obtenido estará más barato que aquel que se obtiene mediante desalinización y posiblemente será distribuido a través de la autoridad federal de electricidad y agua, así como por empresas embotelladoras, afirmó Abdulla Alshehi.

“Seguro que una vez que comisionemos el proyecto con éxito, compartiremos nuestra experiencia con el mundo entero”, aseguró el líder del proyecto.

Dudas razonables

Sin duda se trata de un proyecto muy ambicioso, que es viable gracias a los avances tecnológicos de la actualidad, comenta sobre el arrastre del iceberg Raúl Aguirre Gómez, investigador del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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En lo técnico, consideró que el principal problema que enfrenta este plan es la logística. Sin embargo, advierte que también habrá que considerar otros aspectos como el impacto en la naturaleza.

“Definitivamente el proyecto es un paliativo a corto plazo, sin duda ayudará a darle solución momentánea y millones de litros de agua dulce, pero no dará solución a los problemas hídricos que afectan a varios países desérticos”, afirmó.

El académico de la UNAM comentó que para ejecutar el proyecto, los organizadores debieron haber establecido previamente protocolos sobre el impacto ambiental, para que la estrategia no sea vista como un “pirataje” en altamar.

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Inevitablemente, el nivel del mar se verá afectado de inmediato tras el derretimiento del bloque; asimismo, el tamaño del hábitat de la fauna de la Antártida (focas, pingüinos, lobos marinos, orcas y ballenas) disminuirá considerablemente, aseveró el profesor.

Consultado sobre el impacto en la naturaleza, Abdulla Alshehi tuvo una opinión diferente al asegurar que “ningún organismo (internacional) está en contra de este proyecto, porque ayudará a salvar el medio ambiente y al mundo”.