Migran producción de piel de Italia a México
Victorio Stefanoni tomó un vuelo de Milán a México hace 15 años, buscando nuevas oportunidades de negocio. Como desciende de una familia de curtidores, inició con una comercializadora de productos químicos para el curtido de pieles en León, Guanajuato.
Pero tras ver las necesidades de cueros de alta calidad de los zapateros mexicanos, decidió cambiar el giro y abrir una tenería.
“Vimos que había varias empresas que importaban cueros de Italia, y decidimos atender este nicho de negocio”. Stefanoni conocía bien la actividad, pues su familia tuvo una tenería en Milán, Italia, la cual cerró en el año 2000.
Invirtió dos millones de pesos (mdp) en maquinaría y en desarrollar un muestrario de pieles con diseños inspirados en las tendencias de la moda europea y con acabados de alta calidad.
“El giro lo dimos en 2010, la empresa cambio de ser una comercializadora de productos químicos a una productora de cuero”.
Corital –que es el nombre que dio a la tenería- ahora compite con el producto importado de Italia, con la ventaja de que al estar más cerca del cliente, entrega más rápido y a precios más competitivos.
El financiamiento ha sido uno de los principales retos para esta firma, pues no tenerlo limita el crédito a los clientes. Pese a ello, esta empresa mantiene una cartera de 80 clientes y reporta crecimientos anuales de entre 15% y 20%.
El secreto –dijo Stefanoni- es el diseño y la calidad. “Trabajamos directamente con Milán el tema de las tendencias, por lo que salimos prácticamente a la par que en Europa”.
En León, la Cámara de la Industria de la Curtiduría (Cicur), afilia a 30 empresas curtidoras, que representan alrededor del 70% de la producción de cueros y pieles que se realiza en la ciudad.
